martes, 11 de diciembre de 2007

Salome

Algo sencillo como por no dejar pasar el día en blanco, el primero inspirado en algo que leí hoy o inspirado no, mas bien distorsionado y la segunda es de don Hermann, sin palabras...


Hoy ha tocado mi puerta. La he visto, de repente, parada, frente a mi ventana, fresca y sensual como una fruta madura. Me dijo que había llegado la hora de conocernos. Se llama salome. Cuando escuche su nombre algo parecido a un estremecimiento sacudió mi cuerpo. Dice que tiene diez y ocho años, pero no le creo. Hay en sus ojos, en su sonrisa, una malicia picante que me quita el aliento. Entro en mi habitación con tal confianza que parecemos viejos amigos. Su voz es nítida y brillante como sus ojos. Pero su semblante triste y soñador como el atardecer de un día frió. Llevaba un vestido vaporoso y estampado en flores. Me dijo que siendo pintor debería pintarla. Nunca ningún ofrecimiento ha sido tan delicioso para mí. Le pregunte que si desnuda y por respuesta recibí una sonrisa provocadora y estimulante. No la quise ahuyentar con insinuaciones, simplemente el deje ir y venir por mi habitación con tal libertad como a un gato travieso. Finalmente se marcho con el firme juramento de que en cualquier momento regresaría.


Y me asombré de cuán rica en amoríos, en propicios instantes, en redenciones había sido mi vida, mi vida de lobo estepario aparentemente tan pobre y sin cariño. Había desperdiciado y evitado casi todas las ocasiones, había pasado por encima de ellas.


Pd: ahí disculpan los de izquierda.
Pd: Ah y oiga don discere, que evelyn le manda a decir otra vez que si habla con Álvaro, le pregunte por ella, para saber que le dice. Esa no será la amiga de esteven, que te esta buscando...

Suerte es que les digo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que buena nota.
Decile a Evelin que cual es la joda. Que si sigue así me va hacer cascar de Alvaro. jejeje.